el poema es maravilloso.
fresco, delicado, inteligente, con un toque de dulce-amarga-tristeza.
probablemente, señor david, usted considere poesía elevada la escrita en códigos inaccesibles, la escrita bajo la dictadura de una forma arcaica, o la escrita desde la absoluta fatuidad pretenciosa del 90% de los poetas de este país que se llenan la boca de salvaciones poéticas del mundo, floripondios alejandrinos, o profundos abismos de silencio.
es fácil manejar referencias culturales poco accesibles y mezclarlas con orden y corrección en un texto. cócktails de referencias, que dicen los criticos cinematografiscos. es, de hecho, lo que hacen casi todos los poetas entre los 20 y los 120 años.
lo complicado es la frescura. la delicadeza. la limpieza, la inteligencia, la chispa, el flash. el texto que nace sin premeditación y deja al terminarlo una sonrisa boba en el rostro.
Yo sueño con provocar en quienes me escuchen sonrisas bobas, carcajadas amargas o muecas nerviosas. Cualquier gesto que sea signo de una conexión con el inconsciente de quien escucha, y no un gesto de aprobación ante el virtuosismo formal , por parte de quienes sólo consideran bueno lo escrito desde determinados códigos lingüisticos.
si usted lee el texto con detenimiento verá en él:
una idea original muy interesante, que mezcla referentes infantiles, adolescentes, lúdicos, sonrientes, con guiños incómodos burtonianos, fríos, amargos,
una ejecución muy de primera escritura, con imperfecciones rítmicas que evidencian la juventud de quien escribe, y que a sus ojos, probablemente, sean interpretadas como defectos, pero que a los míos se traduce como la deliciosa ingenuidad de esos poemas que se escriben sonriendo, cuando uno tiene la edad del dueño de este blog.
un deliciosa capacidad para jugar a la eliminación de nexos y al sentido intertextual y la sustitución de funciones de los objetos.
un maravilloso puñado imágenes nada comunes, como la novia pez, la habitación pecera, el cristal del abismo, un final de wc.
Si usted no es capaz de ver nada de todo esto, le sugiero que revise sus criterios de calidad, porque le aseguro que yo no pienso modificar los míos.
También, evidentemente, cabe la posibilidad de un absoluto y radical desacuerdo.
Aunque me gustaría saber cuál es su metro para considerar malo un poema que yo considero delicioso.
Le digo algo más en lo que si espero que esté usted de acuerdo conmigo.
He conocido a muchos chicos de 20 años, para mi suerte, y sé que a esas edades la calidad no se presenta de un modo evidente, elaborado, infalible y FINAL. Se presenta a fogonazos, a instantes, a destellos salpicados de imperfección que evidencian la capacidad del chico-a en cuestión, para encontrar la belleza en lo común, la multiplicidad de lecturas de lo uno, y la posibilidad de infinitas dimensiones en lo aparentemente plano.
La habilidad de crear novias pez, habitaciones pecera y plantas de plastico en torno a las que marearse, es una Capacidad que SE TIENE O NO SE TIENE. Y que se puede educar y alimentar, o se puede ahogar y deslegitimar por poco “elevada”.
PERO insisto, Se tiene o no se tiene. Y en algunas ocasiones, cuando no se tiene, no se sabe reconocer en los demás.
Digo todo lo anterior por deferencia hacia nuestro anfitrión y por deseo de que comprenda que no emití una opinión a la ligera sino que opino muy “a” y muy “en” conciencia, que su poema es maravilloso.
Me gustaría además comentarle otra cosa.
En cada hombre duermen infinitas posibilidades que exclusivamente dependen para desarrollarse, de la fe de su dueño en ellas. Flaco favor hace aquel que resta valor a los destellos de talento de alguien joven.
Querido señor Merino, disculpe la extensión de mi respuesta. No he leído el resto de sus textos, llegué a usted por rebote desde el blog del señor Escuin, y regresé a él de la misma forma. Permítame, de cualquier modo, comentarle algo. Déjese llevar por su intuición, por su diferencia, por las ideas peregrinas, por eso que casi siempre le prohíben. Las malas ideas son las mejores. Los caminos considerados “correctos” son los que otros abrieron, pero esos caminos conducen sólo al oficio de chico del coro.
Si usted quiere llegar a algún lugar propio en esto de las letras o en cualquier otra parcela de la vida, dé un golpe de volante y diríjase a donde usted quiera campo a través. Los caminos conocidos llevan a lugares comunes.
En ocasiones es necesario interpretar las opiniones con un filtro inverso cuando quien opina es opuesto al yo que quisiéramos para nosotros.
viene bien aplicarlo a las critiacs, pero también a los elogios.
De veras mucha suerte. Leeré su blog con más atención.
Disculpe mi anonimato. No tengo problema en dejarle una dirección de mail si usted así lo desea, pero no me apetece dejarla en un lugar abierto. De cualquier modo poco útil creo que le sea.
Un saludo
Sísifo
PD. disculpe tb el desorden.
nunca te fies de un pez